Durante los últimos 30 años, la estrella β Pictoris ha fascinado a los astrónomos porque les permite observar un sistema planetario en proceso de formación. Está formado por al menos dos planetas jóvenes y también contiene cometas, que se detectaron ya en 1987. Estos fueron los primeros cometas observados alrededor de una estrella que no sea el Sol.
Ahora, un equipo de investigación internacional encabezado por Alain Lecavelier des Etangs, investigador del CNRS en el Institut d’Astrophysique de Paris (CNRS/Sorbonne Université), ha descubierto 30 exocometas de este tipo y ha determinado el tamaño de sus núcleos, que varían entre 3 y 14 kilómetros. en diámetro. Los científicos también pudieron estimar la distribución de tamaño de los objetos, es decir, la proporción de cometas pequeños con respecto a los grandes. Esta es la primera vez que se mide esta distribución fuera de nuestro sistema solar, y es sorprendentemente similar a la de los cometas que orbitan alrededor del sol. Muestra que, al igual que los cometas del sistema solar, los exocometas de β Pictoris fueron formados por una serie de colisiones y rupturas. Este trabajo arroja nueva luz sobre el origen y la evolución de los cometas en los sistemas planetarios. Dado que una parte del agua de la Tierra probablemente se originó en los cometas, los científicos buscan comprender su impacto en las características de los planetas.
Sus hallazgos, publicados en Scientific Reports el 28 de abril de 2022, son el resultado de 156 días de observación del sistema β Pictoris utilizando el Satélite de sondeo de exoplanetas en tránsito (TESS) de la NASA. Otras próximas observaciones, en particular con los telescopios espaciales Hubble y James Webb, deberían permitir a los científicos obtener más información en el futuro.