Un cuarteto de investigadores del IRAP, Université de Toulouse, ha encontrado una forma de medir el campo magnético interior de las estrellas gigantes rojas. En su artículo publicado en la revista Nature, Gang Li, Sébastien Deheuvels, Jérôme Ballot y François Lignières describen cómo utilizaron los datos del satélite Kepler para calcular la intensidad del campo magnético interior de las gigantes rojas. Lisa Bugnet, del Instituto Flatiron, en Nueva York, ha publicado un artículo de News & Views en el mismo número de la revista que describe las dificultades para medir el magnetismo en las estrellas y el trabajo realizado por el equipo en Francia.
Las gigantes rojas son estrellas que han agotado su núcleo interno de hidrógeno dejando atrás un centro de helio con una capa externa de hidrógeno en llamas. Estas estrellas se estudian observando la composición de la luz que emiten junto con el oscurecimiento y el brillo periódicos. En este nuevo esfuerzo, los investigadores se preguntaron si sería posible utilizar una cantidad tan pequeña de datos para calcular el campo magnético interno de tales estrellas.
Los investigadores comenzaron su trabajo señalando que investigadores anteriores han demostrado que la mayoría de las gigantes rojas vibran y que tales vibraciones probablemente se deban a un fuerte campo magnético dentro de ellas, que se refleja en oscilaciones en la luz que se emite. El estudio de tales oscilaciones se conoce como astrosismología e implica tratar de dar sentido a las frecuencias, tiempos de vida, amplitudes y modos de las oscilaciones.
El análisis de las oscilaciones se basa en la suposición de que la mayoría, si no todos, los procesos dinámicos que ocurren dentro de una estrella se reflejan en sus propiedades. Investigaciones anteriores también han demostrado que los modos de oscilación están dominados por la gravedad en las partes medias de la estrella y que la presión domina las oscilaciones en las partes exteriores. Por lo tanto, los cambios en las frecuencias modales pueden ofrecer pistas sobre el grado de magnetismo dentro de la estrella.
En su trabajo, los investigadores utilizaron datos de Kepler para medir frecuencias modales en las oscilaciones de diferentes gigantes rojas para medir indirectamente la fuerza de su magnetismo interno: encontraron amplitudes de 30 a 100 kG. Mediciones, señalan los investigadores, que eran consistentes con lo que se había teorizado.
Con información de Nature