Un equipo multiinstitucional de astrofísicos de Alemania ha realizado la primera observación directa de los átomos de oxígeno en la atmósfera diurna de Venus. En su proyecto, publicado en la revista Nature Communications, el grupo estudió datos del Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA), el telescopio reflector basado en un avión, para aprender más sobre los elementos y moléculas de la atmósfera de Venus.
Los científicos planetarios han sospechado durante mucho tiempo que la forma atómica del oxígeno existe en la atmósfera de Venus tanto en el lado diurno como en el lado nocturno. Si bien se han medido altos niveles de monóxido de carbono y dióxido de carbono en la atmósfera del planeta, encontrar evidencia de oxígeno en su forma elemental ha resultado más difícil debido a su reactividad: tiende a unirse rápidamente a otros elementos que encuentra.

Investigadores anteriores han observado la presencia de oxígeno atómico en la atmósfera del lado oscuro de Venus, donde emite un tenue brillo. Pero hasta ahora no se había observado en el lado soleado. En este nuevo esfuerzo, el equipo de investigación se centró en 17 puntos de la atmósfera de Venus enterrados en datos de observaciones de SOFIA. Encontraron evidencia de oxígeno atómico en todos ellos, lo que marca la primera vez que se observa oxígeno en su forma atómica en el lado soleado de Venus.
Los investigadores sugieren que el oxígeno se produce debido a que la energía del sol descompone las moléculas de monóxido de carbono y dióxido de carbono. Sugieren además que estos átomos se dirigen al lado oscuro del planeta gracias a los fuertes vientos de la atmósfera venusina. Una vez allí, probablemente se combinen formando oxígeno molecular y también reaccionen con otros elementos.
El equipo de investigación también sugiere que el oxígeno atómico en la atmósfera de Venus probablemente tenga un efecto de enfriamiento en el planeta: cuando átomos individuales de oxígeno chocan con otras moléculas, como el dióxido de carbono, la energía se transfiere a la molécula, que luego se irradia. El resultado es un enfriamiento de las capas superiores de la atmósfera venusina.
Con información de Nature