Investigadores del Centro de Excelencia en Ciencias Espaciales de la India en IISER Kolkata han descubierto una nueva relación entre el campo magnético del sol y su ciclo de manchas solares, que puede ayudar a predecir cuándo ocurrirá el pico de actividad solar. Su trabajo indica que la intensidad máxima del ciclo solar 25, el ciclo de manchas solares en curso, es inminente y probablemente ocurra dentro de un año. La nueva investigación aparece en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society: Letters.
Nuestra estrella, el Sol, está formada por un gas ionizado caliente conocido como plasma. Enormes flujos de plasma y convección conspiran juntos para formar campos magnéticos dentro del sol que se manifiestan en la superficie como manchas oscuras. Estas manchas solares son comparables al tamaño de la Tierra y son sedes de un intenso magnetismo, unas 10.000 veces más fuerte que el campo magnético de la Tierra.

A veces, los campos magnéticos de las manchas solares se ven alterados en acontecimientos violentos que dan lugar al nacimiento de tormentas magnéticas solares, como llamaradas o eyecciones de masa coronal. Estas tormentas liberan radiación de alta energía y arrojan grandes cantidades de plasma magnetizado al espacio exterior. Las más intensas de estas tormentas pueden causar graves daños a los satélites en órbita, a las redes de energía eléctrica y a las telecomunicaciones cuando se dirigen hacia la Tierra.
Siglos de observaciones desde principios del siglo XVII muestran que el número de manchas solares observadas en el Sol varía periódicamente. Aproximadamente cada 11 años, el número de manchas y la intensidad de la actividad solar alcanzan un pico cuando se esperan las perturbaciones más violentas en los entornos espaciales planetarios (o clima espacial). Sin embargo, predecir cuándo se producirá este pico sigue siendo un desafío.
El ciclo solar se produce mediante un mecanismo de dinamo impulsado por la energía de los flujos de plasma del interior del Sol. Se entiende que este mecanismo de dinamo involucra dos componentes principales del campo magnético del sol, uno que se manifiesta en el ciclo de las manchas solares y otro que se manifiesta en el reciclaje del campo dipolar del sol a gran escala; este último es muy parecido al campo magnético de la Tierra: se extiende de un polo del sol a otro. Con el ciclo de las manchas solares, también se observa que el campo dipolar del Sol aumenta y disminuye en fuerza, y los polos magnéticos norte y sur cambian de lugar, también cada 11 años.
En 1935, el astrónomo suizo Max Waldmeier descubrió que cuanto más rápido es el ritmo de ascenso de un ciclo de manchas solares, más fuerte es su intensidad, por lo que los ciclos más fuertes tardan menos en alcanzar su intensidad máxima. Esta relación se ha utilizado a menudo para pronosticar la intensidad de un ciclo de manchas solares basándose en observaciones de su fase inicial de ascenso.
Este descubrimiento complementa el efecto Waldmeier, conectando los dos componentes primarios del campo magnético del sol y apoyando la teoría de que la evolución de las manchas solares es parte integral del funcionamiento del proceso de dinamo solar en lugar de ser un mero síntoma del mismo.
Estas nuevas observaciones de la tasa de disminución del campo magnético dipolar del Sol pueden combinarse útilmente con observaciones de manchas solares para predecir cuándo alcanzaría su punto máximo el ciclo en curso. El análisis sugiere que lo más probable es que el máximo del ciclo solar 25 ocurra a principios de 2024, con una incertidumbre en la estimación que se extiende hasta septiembre de 2024.
Con este último descubrimiento, se abre una nueva ventana para pronosticar el momento del pico de los ciclos solares, cuando se esperan la actividad más intensa y las perturbaciones climáticas espaciales más frecuentes.
Con información de Monthly Notices of the Royal Astronomical Society: Letters
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