Utilizando el satélite Gaia de la ESA y el Observatorio MMT, los astrónomos han investigado una corriente peculiar de estrellas en nuestra galaxia llamada Theia 456. Los resultados del estudio, publicado el 21 de mayo en el servidor de preimpresión arXiv, ofrecen información importante sobre las propiedades y el origen de esta corriente estelar.
Descubierta en 2019, Theia 456 (también conocida como COIN-Gaia-13) es una corriente estelar en el delgado disco de la Vía Láctea, que consta de unas 320 estrellas poco unidas. La corriente se extiende a lo largo de casi 400 años luz y 20 grados a través del cielo en el hemisferio norte.
Observaciones anteriores de Theia 456 han descubierto que es una corriente estelar cinemática, química y girocronalmente coherente. Sin embargo, muchas propiedades de Theia 456 aún siguen siendo inciertas y su historia dinámica no se comprende bien.
Es por eso que un equipo de astrónomos dirigido por Kyle Tregoning de la Universidad de Florida decidió realizar observaciones de seguimiento de Theia 456 utilizando el espectrógrafo multiobjeto Hectochelle de Gaia y MMT.
«En este trabajo, combinamos cantidades astrométricas de Gaia con velocidades radiales derivadas de MMT-Hectochelle para presentar una historia dinámica detallada de Theia 456, una corriente estelar ubicada en el delgado disco de la Vía Láctea», escribieron los investigadores.
El equipo de Tregoning logró producir un catálogo de 321 estrellas en Theia 456: 43 con información completa del espacio de fase 6D y las 278 restantes con astrometría de Gaia 5D. Descubrieron que, en general, la corriente consta de unas 2.100 estrellas que contribuyen a una masa total de aproximadamente 900 masas solares.
Las observaciones encontraron que Theia 456 se formó como un cúmulo abierto de baja densidad y su edad cinemática se estima en 245 millones de años. Inicialmente, el cúmulo tenía un radio de media luz de unos 29 años luz y una dispersión de velocidad de 0,14 km/s.
Las imágenes adquiridas muestran que Theia 456 tiene dos lóbulos distintos, lo que puede ser indicativo de una subestructura al nacer. Sin embargo, los astrónomos observaron que otros procesos, como la interacción con una nube molecular gigante que pasa y los brazos espirales de la Vía Láctea, pueden ser responsables de esto.
Basándose en los datos recopilados, los autores del artículo predicen que Theia 456 se dispersará más en el futuro, por lo que eventualmente será indetectable como estructura estelar de origen común. Suponen que la corriente probablemente será indetectable para nuestros métodos actuales de búsqueda de cúmulos en menos de 100 millones de años.
«Dentro de otros 100 millones de años, la extensión de Theia 456 debería aproximadamente duplicarse en ascensión recta, lo que hace que sea poco probable que esta estructura sea identificada por la generación actual de algoritmos de agrupamiento», concluyeron los científicos.
Con información de arXiv
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