La campaña Artemis de la NASA enviará a la primera mujer y a la primera persona de color a la región polar sur de la Luna, lo que marcará el primer regreso de la humanidad a la superficie lunar en más de 50 años.
A continuación, se muestran algunos fenómenos de otro mundo que experimentarán los astronautas de Artemis:
- Un sol flotante y sombras gigantes
Cerca del polo sur de la Luna, los astronautas verán sombras espectaculares que son de 25 a 50 veces más largas que los objetos que las proyectan. ¿Por qué? Porque el sol golpea la superficie allí en un ángulo bajo, colgando solo unos pocos grados sobre el horizonte. Como resultado, los astronautas no verán la salida y la puesta del sol. En cambio, lo verán flotar cerca del horizonte mientras se mueve horizontalmente por el cielo.
2. Polvo pegajoso y afilado como una navaja…
El polvo lunar, llamado regolito, que recubre la superficie de la Luna parece fino y suave como el polvo de hornear. Pero las apariencias pueden engañar. El regolito lunar se forma cuando los meteoritos chocan contra la superficie de la Luna, derritiendo y rompiendo las rocas en pedazos diminutos y afilados. La Luna no tiene agua en movimiento ni viento que alise los granos de regolito, por lo que permanecen afilados y rasposos, lo que representa un riesgo para los astronautas y su equipo.

NASA/Sarah Noble
3. … que está cargado de electricidad estática
Como la Luna no tiene atmósfera, su superficie está expuesta al plasma y la radiación del sol. Como resultado, la electricidad estática se acumula en la superficie, como ocurre cuando arrastras los pies sobre un piso alfombrado. Cuando tocas algo, transfieres esa carga a través de una pequeña descarga. En la Luna, esta transferencia puede provocar un cortocircuito en los dispositivos electrónicos. El polvo lunar también puede llegar a las habitaciones de los astronautas, ya que la electricidad estática hace que se adhiera fácilmente a los trajes espaciales. La NASA ha desarrollado métodos para mantener a raya el polvo utilizando textiles resistentes, filtros y un escudo que emplea un campo eléctrico para eliminar el polvo de las superficies.

4. Una nueva sensación de ligereza
En 1972, el astronauta del Apolo 16 Charles Duke golpeó un tubo de ensayo en la superficie de la Luna hasta que chocó con una roca y no pudo avanzar más. Entonces el martillo voló de su mano. Hizo cuatro intentos para levantarlo agachándose e inclinándose para alcanzarlo. Se dio por vencido y regresó al rover para conseguir unas pinzas y finalmente levantar el martillo con éxito.

5. Una luna creciente… ¿Tierra?
Los caminantes lunares de Artemis tendrán un paso más ágil al atravesar la superficie lunar. Esto se debe a que la gravedad no los empujará hacia abajo con tanta fuerza como lo hace en la Tierra. La Luna tiene solo una cuarta parte del tamaño de la Tierra, con seis veces menos gravedad. Las actividades simples, como balancear un martillo para extraer muestras, se sentirán diferentes. Si bien un martillo se sentirá más liviano al sostenerlo, su inercia no cambiará, lo que provocará una sensación extraña en los astronautas. La gravedad más baja también tiene ventajas. Los astronautas no se sentirán tan agobiados por sus pesados trajes espaciales como lo estarían en la Tierra. Además, saltar sobre la luna es simplemente divertido.
6. Una luna creciente… ¿la Tierra?
Cuando los astronautas de Artemisa miren el cielo desde la luna, verán su planeta natal brillando ante ellos. Al igual que los terrícolas ven diferentes fases de la luna a lo largo de un mes, los astronautas verán una Tierra en constante cambio. Las fases de la Tierra ocurren de manera opuesta a las fases de la luna: cuando la Tierra experimenta una luna nueva, una Tierra llena es visible desde la luna.

NASA
7.Un horizonte diminuto
Como la luna es más pequeña que la Tierra, su horizonte se verá más corto y cercano. Para alguien que se encuentre sobre una superficie terrestre nivelada, el horizonte está a 3 millas de distancia, pero para los astronautas en la luna, estará a solo 1,5 millas de distancia, lo que hará que sus alrededores parezcan limitados.
Temperaturas de otro mundo
Debido a que la luz del sol en el polo sur de la luna roza la superficie horizontalmente, roza los bordes de los cráteres, pero no siempre llega a sus bases. Algunos cráteres profundos no han visto la luz del día durante miles de millones de años, por lo que las temperaturas allí pueden descender a menos 334 F. Eso es casi tres veces más frío que la temperatura más baja registrada en la Antártida. En el otro extremo, las áreas con luz solar directa, como los bordes de los cráteres, pueden alcanzar temperaturas de 130 F.
8. Un cielo negro como la tinta
La luna, a diferencia de la Tierra, no tiene una atmósfera espesa que disperse la luz azul, por lo que el cielo durante el día es negro. Los astronautas verán un marcado contraste entre el cielo oscuro y el suelo brillante.
9. Un terreno accidentado
Los caminantes lunares de Artemisa encontrarán un paisaje accidentado que requiere habilidad para atravesar. La Luna tiene montañas, valles y cañones, pero su característica más notable para los astronautas en la superficie pueden ser sus millones de cráteres. Cerca del Polo Sur, los cráteres abiertos y las sombras alargadas dificultarán la orientación de los astronautas. Pero, con entrenamiento y equipo especial, los astronautas estarán preparados para afrontar el desafío.
Con información de NASA
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