Se espera que un cometa corra el riesgo de que le corten la cola el viernes al volar peligrosamente cerca del Sol, prometiendo fuegos artificiales el próximo mes que debería sobrevivir al tenso paso.
Los astrónomos creen que el cometa Tsuchinshan-ATLAS lleva millones de años lanzándose de cabeza a través del vacío del espacio hacia el centro del sistema solar.
La bola de roca y hielo, que lleva el nombre del observatorio chino y del programa sudafricano que detectó y confirmó su existencia en 2023, puede haberse formado a una distancia hasta 400.000 veces mayor que la que existe entre la Tierra y el Sol, según sugieren los modelos.
Hasta ahora, había que estar en el hemisferio sur para poder verlo a simple vista.
Pero el viernes por la noche se prevé que cruce lo más cerca posible del Sol, antes de regresar a la Tierra.
A partir del 13 de octubre el cometa será visible en el hemisferio norte.
Si hace buen tiempo, «saltará a la vista» todas las noches «en dirección al sol poniente», explicó a la AFP la astrónoma Lucie Maquet del Observatorio de París.
‘Un cometa brillante’
Pero ese pronóstico supone que el cometa no vuela demasiado cerca del sol.
Cuando los cometas se acercan a nuestra estrella, el hielo derretido contenido en su núcleo deja escapar un largo rastro de polvo que refleja la luz del Sol.
Esta cola característica es también la señal de que el cometa se está desgasificando. Si el sol afecta demasiado al cometa, corre el riesgo de desintegrarse.
Como el conjunto de agua congelada y roca «puede no resistir la fuerza de gravedad del sol», una catástrofe «siempre es posible», afirmó Maquet.
La buena noticia es que el cometa, oficialmente denominado «C/2023 A3» por los científicos, parece tener un núcleo bastante masivo.
Por lo tanto, «hay muchas posibilidades de que sobreviva» a su paso soleado, afirmó el astrónomo.
Los pronósticos iniciales que predecían que el cometa sería especialmente brillante cuando visitara nuestros cielos han sido revisados a la baja.
«Pero sin duda será un cometa brillante», afirmó Maquet.
Futuro impredecible
El curso futuro del cometa es impredecible.
Su estancia solar no estará exenta de consecuencias en su viaje, perturbado por la atracción gravitacional de los objetos celestes que ha atravesado y por la pérdida de peso infligida por los duros rayos del sol.
Según los modelos del Instituto de Mecánica Celeste del Observatorio de París, podría ser «expulsado del sistema solar y perdido entre las estrellas».
Todo depende de los encuentros que haga el cometa en su viaje a través de la nube de Oort (un cinturón helado de objetos diminutos que, según la teoría, existe en el otro extremo del sistema solar, a una distancia de hasta 3,2 años luz), dentro de unos pocos miles de años.
Bastaría, afirmó Maquet, que el cometa pasara cerca de un objeto «que lo desvíe lo suficiente para un viaje de regreso al sistema solar».
Con información de Phys.org
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