Otra empresa privada intentará en breve realizar un aterrizaje en la Luna para la NASA.
Firefly Aerospace, con sede en Cedar Park, Texas, fue una de las varias empresas que obtuvieron contratos en el marco del programa Commercial Lunar Payload Services de la NASA, cuyo objetivo es pagar a las empresas para que proporcionen un viaje a la Luna para sus experimentos.
Astrobotic Technology de Pittsburgh fue la primera empresa en lanzarse en el marco del programa con su módulo de aterrizaje lunar Peregrine el pasado enero a bordo de un cohete Vulcan de United Launch Alliance. Esa nave espacial finalmente no llegó a la Luna.
Sin embargo, un mes después, Intuitive Machines, con sede en Houston, completó el acuerdo con un aterrizaje mayormente exitoso de su módulo de aterrizaje Nova-C Odysseus, convirtiéndose en la primera empresa comercial en aterrizar en la Luna.
Ambas empresas tienen más misiones planificadas a la Luna en el marco del programa CLPS de la NASA, pero es probable que Firefly sea la siguiente en hacerlo con el módulo de aterrizaje Blue Ghost, que completó las pruebas ambientales en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA el mes pasado.
«Blue Ghost superó las pruebas ambientales y demostró que el módulo de aterrizaje funciona al 100% como se esperaba, lo que es un testimonio del increíble equipo de Firefly», dijo el director ejecutivo de Firefly Aerospace, Jason Kim, en un comunicado de prensa. «Este equipo ha ido más allá con enfoques de prueba innovadores para garantizar que Blue Ghost esté listo para volar».
Desde entonces, se lo trasladó de regreso a las instalaciones de la empresa en Texas y se está preparando para su envío a mediados de diciembre a Florida, donde se procesará para un lanzamiento en un cohete Falcon 9 de SpaceX con el objetivo de un período de seis días a mediados de enero desde la plataforma de lanzamiento 39-A del Centro Espacial Kennedy.
La empresa ha denominado a esta misión «Ghost Riders in the Sky», la primera de las tres órdenes de trabajo bajo CLPS hasta el momento.
Realizará un viaje de 45 días a la luna y apuntará a un aterrizaje en Mare Crisium, ubicado en el cuadrante noreste de la luna visto desde la Tierra. Allí operará sus cargas útiles durante 14 días. Tiene 10 cargas útiles preparadas para la NASA, incluidos experimentos relacionados con la perforación del subsuelo lunar, la recolección de muestras, la mitigación del polvo lunar y la obtención de imágenes de rayos X del campo magnético de la Tierra.
Una vez que el vehículo pierda la luz del día, medirá cómo actúa el regolito durante el anochecer lunar, y luego la nave espacial intentará permanecer activa varias horas después de la noche lunar a medida que bajan las temperaturas.
La NASA otorgó a Firefly 93,3 millones de dólares para este contrato inicial de CLPS en 2021.
Depende de cada proveedor lunar comercial organizar su propio viaje en cohete al espacio y brindar el apoyo de la misión, incluida la comunicación. También pueden conseguir clientes adicionales más allá de la NASA para ayudar a sufragar los costos.
«Si bien sabemos que habrá más desafíos por delante, confío en que este equipo tiene lo necesario para aterrizar suavemente en la superficie lunar y concretar esta misión», dijo Kim.
Con información de Phys.org
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