En un nuevo estudio, los científicos planetarios de la Universidad de Colorado en Boulder han comenzado a desentrañar los factores que desencadenan las grandes tormentas de polvo en Marte, fenómenos meteorológicos que a veces envuelven todo el planeta en remolinos de arena. El equipo descubrió que los días relativamente cálidos y soleados pueden contribuir a desencadenarlas.
Heshani Pieris, autor principal del estudio, dijo que los hallazgos son un primer paso hacia la predicción del clima extremo en Marte, al igual que los científicos lo hacen en la Tierra.
«Las tormentas de polvo tienen un efecto significativo en los exploradores y los módulos de aterrizaje en Marte, por no hablar de lo que sucederá durante las futuras misiones tripuladas a Marte», dijo Pieris, estudiante de posgrado en el Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial (LASP) en CU Boulder. «Este polvo es muy ligero y se adhiere a todo».
Ella presentará los resultados el martes 10 de diciembre en la reunión de 2024 de la Unión Geofísica Americana en Washington.
Para analizar las tormentas de polvo con lupa, los investigadores se basaron en observaciones reales del satélite Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA.
Hasta ahora, han identificado patrones climáticos que pueden ser la causa de aproximadamente dos tercios de las principales tormentas de polvo en Marte. Todavía no veremos a los reporteros del clima de Marte frente a una pantalla verde, pero es un paso en la dirección correcta, dijo el coautor del estudio Paul Hayne.
«Necesitamos entender qué hace que algunas de las tormentas más pequeñas o regionales se conviertan en tormentas de escala global», dijo Hayne, investigador de LASP y profesor asociado del Departamento de Ciencias Astrofísicas y Planetarias. «Ni siquiera entendemos completamente la física básica de cómo comienzan las tormentas de polvo en la superficie».
Una muerte polvorienta
Las tormentas de polvo en Marte son algo digno de ver.
Muchas comienzan como tormentas más pequeñas que se arremolinan alrededor de los casquetes polares de los polos norte y sur del planeta, generalmente durante la segunda mitad del año marciano (un año en Marte dura 687 días terrestres). Esas tormentas pueden crecer a un ritmo frenético, presionando hacia el ecuador hasta cubrir millones de kilómetros cuadrados y durar días.
La película The Martian de 2015 protagonizada por Matt Damon presentó una de esas tormentas apocalípticas que derribó una antena parabólica y arrojó a los astronautas por todos lados. La realidad es menos cinematográfica. La atmósfera de Marte es mucho más delgada que la de la Tierra, por lo que las tormentas de polvo en el Planeta Rojo no pueden generar mucha fuerza. Pero aún así pueden ser un problema.
En 2018, por ejemplo, una tormenta de polvo global enterró los paneles solares del rover Opportunity de la NASA bajo una capa de polvo. El rover murió poco después.
«Aunque la presión del viento puede no ser suficiente para derribar el equipo, estos granos de polvo pueden acumular mucha velocidad y golpear a los astronautas y su equipo», dijo Hayne.
Olas de calor
En el estudio actual, Pieris y Hayne se centraron en dos patrones climáticos que tienden a ocurrir cada año en Marte, conocidos como tormentas «A» y «C».
El equipo estudió las observaciones de Marte realizadas con el instrumento Mars Climate Sounder a bordo del Mars Reconnaissance Orbiter durante ocho años marcianos (15 años en la Tierra). En particular, Pieris y Hayne buscaron períodos de calor inusual, o semanas en las que más luz solar se filtraba a través de la delgada atmósfera de Marte y calcinaba la superficie del planeta.
Con información de AGU
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