En 2023, la Agencia Espacial Europea informó sobre el descubrimiento por parte de Solar Orbiter de diminutos chorros cerca del polo sur del Sol que podrían estar impulsando el viento solar. El equipo responsable de esta investigación ha utilizado ahora aún más datos de la prolífica misión solar de la Agencia Espacial Europea para confirmar que estos chorros existen en todas las zonas oscuras de la atmósfera del Sol y que realmente son una fuente de viento solar no solo rápido sino también lento.
Los chorros recién descubiertos se pueden ver en este vídeo acelerado como jirones similares a cabellos que brillan muy brevemente, por ejemplo, dentro de las regiones rodeadas por círculos de la superficie del Sol. En realidad, duran alrededor de un minuto y arrojan partículas cargadas a unos 100 km/s.

El sorprendente resultado se publica en Astronomy & Astrophysics, y destaca cómo la combinación única de instrumentos de Solar Orbiter puede desvelar los misterios de la estrella en el centro de nuestro sistema solar.
El viento solar es la lluvia interminable de partículas cargadas eléctricamente emitidas por el Sol. El viento solar invade el sistema solar y sus efectos se pueden sentir en la Tierra. Sin embargo, a pesar de décadas de estudio, su origen seguía siendo poco comprendido. Hasta ahora.
El viento solar se presenta en dos formas principales: rápido y lento. Sabemos desde hace décadas que el viento solar rápido proviene de la dirección de las manchas oscuras en la atmósfera del sol llamadas agujeros coronales, regiones donde el campo magnético del sol no vuelve hacia abajo, sino que se extiende profundamente hacia el sistema solar.
Las partículas cargadas pueden fluir a lo largo de estas líneas de campo magnético abiertas, alejándose del sol y creando el viento solar. Pero quedaba una gran pregunta: ¿cómo se lanzan estas partículas desde el sol en primer lugar?
Basándose en su descubrimiento anterior, el equipo de investigación (dirigido por Lakshmi Pradeep Chitta en el Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, Alemania) utilizó las cámaras a bordo de Solar Orbiter para detectar más chorros diminutos dentro de los agujeros coronales cerca del ecuador del sol.
Al combinar estas imágenes de alta resolución con mediciones directas de partículas de viento solar y el campo magnético del sol alrededor de Solar Orbiter, los investigadores pudieron relacionar directamente el viento solar medido en la nave espacial con esos mismos chorros exactos.
Además, el equipo se sorprendió al encontrar no solo viento solar rápido proveniente de estos chorros, sino también viento solar lento. Esta es la primera vez que podemos decir con certeza que al menos una parte del viento solar lento también proviene de chorros diminutos en agujeros coronales; hasta ahora, el origen del viento solar había sido esquivo.
El hecho de que el mismo proceso subyacente impulse tanto el viento solar rápido como el lento es una sorpresa. El descubrimiento solo es posible gracias a la combinación única de sistemas avanzados de imágenes de Solar Orbiter, así como a sus instrumentos que pueden detectar directamente partículas y campos magnéticos.
Las mediciones se tomaron cuando Solar Orbiter se acercó al sol en octubre de 2022 y abril de 2023. Estos acercamientos ocurren aproximadamente dos veces al año; durante los próximos, los investigadores esperan recopilar más datos para comprender mejor cómo estos diminutos chorros lanzan el viento solar.
Con información de Astronomy & Astrophysics
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