Lanzada en 1972, la misión Kosmos-482 está a punto de encontrar un final fulgurante.
Es un final digno de los libros de historia. Tras más de 50 años en el espacio, la misión Kosmos-482 de la extinta Unión Soviética está programada para reingresar a la atmósfera terrestre a principios del mes de mayo. Varada en la órbita terrestre, quedan pocas semanas para ver esta enigmática reliquia de una era pasada.
En 2019, escribimos sobre esta misión fallida y las perspectivas de reingreso. Lanzada en un cohete Molniya-8K78M desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajistán el 31 de marzo de 1972, la misión probablemente tenía como destino Venus. Un lanzamiento similar, el de la exitosa misión Venera 8, tuvo lugar el 27 de marzo de 1972, tan solo cuatro días antes.
Decimos «probable» porque el programa espacial soviético de los años 60 y 70 mantuvo un silencio casi absoluto sobre misiones y lanzamientos hasta que tuvieron éxito. Era la época de la Guerra Fría, cuando las relaciones entre Oriente y Occidente estaban en su punto más bajo. La Unión Soviética nunca reconoció el fracaso del lanzamiento, y la simple designación «Kosmos-482» se mantuvo.
Se cree que una anomalía en el temporizador dejó varado al Kosmos-482 en la órbita de lanzamiento. La carga útil se separó en cuatro fragmentos poco después del lanzamiento, varios de los cuales reingresaron sobre Nueva Zelanda el 3 de abril, tan solo tres días después. Este tipo de fallo se repetiría durante la fallida misión Phobos-Grunt, que se estrelló contra la Tierra el 15 de enero de 2012. Si bien el programa soviético Venera a Venus fue en gran medida un éxito, el programa espacial postsoviético de la era rusa aún no ha llevado a cabo con éxito una misión lunar o planetaria.
El reingreso, aunque no controlado, supone un riesgo mínimo para quienes se encuentran en tierra. La carga útil restante en órbita pesa 500 kilogramos (1100 libras); para contextualizar, la nave espacial del Satélite de Investigación de la Alta Atmósfera (UARS), que reingresó el 24 de septiembre de 2011, pesaba unos voluminosos 5900 kilogramos. Es posible que el módulo de aterrizaje Kosmos-482 aún esté acoplado a la etapa superior Blok-L, que no logró enviar la misión a Venus.
«Dado que se trata de un módulo de aterrizaje diseñado para sobrevivir a su paso por la atmósfera de Venus, es posible que sobreviva intacto a la reentrada a través de la atmósfera terrestre», afirma el observador y analista de satélites Marco Langbroek en una entrada reciente de su blog. «Sin embargo, existen muchos factores inciertos, como la larga y superficial trayectoria de reentrada y la edad del objeto».
Seguimiento de Kosmos-482
En una órbita de 156 por 394 kilómetros con una inclinación de 52 grados, Kosmos-482 orbita la Tierra una vez cada 90 minutos. El identificador de la misión es 1972-023A/6073, y Space-Track cuenta actualmente con un mensaje TIP para la reentrada para los días centrados en torno al 10 de mayo. Como ocurre con la mayoría de las reentradas, comenzaremos a ver predicciones más precisas a medida que nos acerquemos a la fecha de reentrada. Se sigue proyectando que el reingreso cubra una franja bastante amplia, desde los 52 grados norte hasta los 52 grados sur de latitud.
La misión inicia una serie de pasadas crepusculares al amanecer sobre Norteamérica, justo en torno a la hora del reingreso.
Heavens-Above ya publica predicciones para la misión en su página principal.
Allí arriba también hay mucha demanda. Los satélites en órbita terrestre baja se remontan al Vanguard 1 estadounidense, lanzado en 1958. Y la carga de basura espacial se está volviendo exponencialmente más crítica en 2025. SpaceX continúa lanzando grandes lotes de Starlink a un ritmo exponencial, y a estos se suman ahora los 1000 satélites de China, OneWeb y, esta misma semana, el Proyecto Kuiper de Amazon, que completó su primer lanzamiento el 28 de abril como apuesta de la compañía para su propia constelación de megasatélites.
No hay necesidad de llamar al Hombre de los Seis Millones de Dólares para que se enfrente a la «Sonda de la Muerte de Venus»… todavía. Asegúrate de avistar Kosmos-482 mientras puedas, ya que un fragmento de la historia espacial ilumina un cielo cada vez más poblado.
Con información de UniverseToday
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