Un equipo internacional, que incluye astrónomos de la Universidad de Keele, ha realizado una prueba cósmica única para medir la masa de una estrella antigua, lo que les ayudará a comprender mejor la historia de nuestra galaxia.
Los hallazgos se publican en la revista Astronomy & Astrophysics.
El equipo, que incluye al Dr. John Southworth y al Dr. Pierre Maxted de Keele, utilizó dos métodos completamente diferentes para analizar la estrella y descubrió que arrojaban resultados muy similares, lo que proporciona a los investigadores una buena indicación del pasado de la estrella y las condiciones en las que se formó. El equipo afirma que el resultado marca un hito en nuestra capacidad para determinar la edad de las estrellas antiguas y utilizarlas como fósiles vivientes para estudiar el pasado remoto de la Vía Láctea. Esta técnica de investigación permite analizar miles de estrellas antiguas en nuestra galaxia, reconstruyendo la evolución de la Vía Láctea a lo largo de miles de millones de años.
El equipo analizó la gigante roja del sistema estelar binario KIC 10001167 utilizando dos enfoques independientes: el estudio de los objetos que orbitan alrededor de la estrella y el modelado de sus pulsaciones (una técnica llamada astrosismología). Descubrieron que las masas pulsacionales y orbitales concuerdan con una precisión del 1,4 %, lo que permitió a los investigadores determinar la edad de la estrella con una precisión del 10 %.
«Esta es la primera vez que podemos afirmar que la masa medida a partir de las pulsaciones de una estrella vieja concuerda con una precisión de aproximadamente el 1 % con la masa medida a partir de su órbita», afirmó Jeppe Sinkbæk Thomsen, líder del estudio. Jeppe es estudiante de doctorado en el Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Bolonia y realizó parte del análisis durante una estancia de investigación en la Universidad de Keele.
El movimiento orbital de estrellas binarias es una herramienta poderosa para medir y validar la masa de estrellas determinada con otros métodos. Está bien descrito por la teoría clásica de la gravedad, establecida en el siglo XVII por Johannes Kepler e Isaac Newton.
Las implicaciones van más allá de una sola estrella. Dado que la masa de una estrella es clave para determinar su edad, este resultado valida el uso de la astrosismología (análisis de pulsaciones) para determinar con precisión la edad de estrellas antiguas en toda la galaxia. Esto, a su vez, proporciona una poderosa herramienta para reconstruir cómo se formó la Vía Láctea a lo largo de miles de millones de años.
John Southworth, coautor del estudio y profesor titular de astrofísica en la Universidad de Keele, afirmó: «La ciencia es nuestra descripción de la realidad, y la astrofísica nos proporciona la descripción del universo. Comparar diferentes métodos para confirmar su coincidencia es la base del método científico y es vital para comprender las estrellas, el universo en el que se encuentran y los planetas que albergan».
Con información de Astronomy & Astrophysics
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