En lo profundo de nuestra galaxia se encuentra una de las regiones más caóticas y misteriosas del espacio. Ahora, científicos han creado el primer mapa detallado de los campos magnéticos en esta zona turbulenta, lo que proporciona información crucial sobre cómo se forman y evolucionan las estrellas en entornos extremos.

La investigación, dirigida por Roy Zhao, estudiante de doctorado de la Universidad de Chicago, se centró en una región llamada Sagitario C, ubicada en la Zona Molecular Central, cerca del centro de la Vía Láctea. Esta área sirve como lo que los investigadores llaman una «Piedra Rosetta» astrofísica, un área clave para comprender las complejas interacciones entre las densas nubes de gas, la formación estelar y los potentes campos magnéticos que dan forma a nuestra galaxia.
El equipo utilizó el telescopio SOFIA de la NASA, ahora retirado, para estudiar la luz infrarroja emitida por diminutos granos de polvo dispersos por la región. Estas partículas microscópicas actúan como brújulas, alineándose con las líneas del campo magnético y, al analizar la luz polarizada que emiten, es posible cartografiar por primera vez los campos magnéticos invisibles.
Su descubrimiento fue extraordinario. El campo magnético envuelve una burbuja en expansión de gas caliente y electrificado, impulsada hacia afuera por los poderosos vientos de un cúmulo de estrellas jóvenes masivas. Esta estructura de burbuja ayuda a explicar una de las características más enigmáticas de la galaxia: delgadas corrientes de electrones de alta velocidad que recorren el espacio a casi la velocidad de la luz.
Estos misteriosos filamentos emisores de radio fueron descubiertos por primera vez en la década de 1980 por el profesor Mark Morris, asesor de Zhao, pero su origen seguía siendo incierto. Las nuevas mediciones del campo magnético respaldan la teoría principal de que estas corrientes de electrones se forman cuando las líneas del campo magnético colisionan y se reconectan, acelerando las partículas cercanas a velocidades increíbles.

Los hallazgos revelan cómo interactúan los diferentes componentes de nuestra galaxia en este entorno extremo. Las nubes de gas frío donde nacen nuevas estrellas, las regiones ionizadas calientes calentadas por los vientos estelares y los poderosos campos magnéticos se influyen mutuamente en un ballet cósmico que determina el destino de la materia en el centro de nuestra galaxia.
Quizás lo más sorprendente es que la investigación demostró cómo diferentes estudios astronómicos de la misma región cuentan una historia coherente. Los límites del campo magnético coincidieron perfectamente con las observaciones de emisiones de carbono ionizado de otro estudio, y el equipo incluso identificó un tipo específico de estrella masiva llamada estrella Wolf-Rayet en el centro de la burbuja en expansión.
Este estudio ayuda a los astrónomos a comprender no solo nuestra galaxia, sino también procesos similares que ocurren en galaxias de todo el universo. Al estudiar esta Piedra de Rosetta galáctica, los científicos pueden descifrar la física fundamental que rige la evolución de las galaxias, la formación de estrellas en entornos extremos y cómo los campos magnéticos configuran las estructuras que observamos hoy.
Con información de UniverseToday
Descubre más desde SKYCR.ORG: NASA, exploración espacial y noticias astronómicas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.



