Un equipo internacional de astrónomos utilizó el Telescopio Espacial James Webb (JWST) para observar una estrella enana M cercana conocida como TWA 20. Como resultado, detectaron un gran disco de escombros alrededor de esta estrella. El hallazgo se publicó el 23 de octubre en el servidor de preimpresión arXiv.
Los discos de escombros son cúmulos de pequeños cuerpos alrededor de las estrellas, incluyendo asteroides, objetos del cinturón de Kuiper, cometas y polvo de tamaño micrométrico. La detección de nuevos discos de escombros y su investigación podrían ayudarnos a comprender mejor la evolución de los sistemas planetarios, la composición del polvo, los cometas y los planetesimales fuera de nuestro sistema solar.
TWA 20 es una tenue enana M de tipo espectral M3, ubicada a unos 261,5 años luz de la Tierra. Se trata de una estrella joven con una edad estimada de unos 10 millones de años y una temperatura efectiva de 3560 K.

En junio de 2024, un grupo de astrónomos liderado por Skyler Palatnick, de la Universidad de California en Santa Bárbara, utilizó la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) del telescopio espacial Johnson (JWST) para realizar observaciones coronográficas de TWA 20. La campaña de observación proporcionó información valiosa sobre el entorno de la estrella.
«En este trabajo, presentamos el descubrimiento, mediante imágenes, de un disco de escombros en la luz dispersa alrededor de la estrella anfitriona de TWA 20. Las imágenes se obtuvieron con JWST/NIRCam como parte del estudio GO 4050 y se procesaron utilizando RDI (imagen diferencial de referencia) y MCRDI (RDI con restricción de modelo)», explicaron los investigadores.
Las observaciones revelaron que TWA 20 está rodeada por un disco de escombros con un radio de 64,7 UA y una inclinación de 70,1 grados. Se midió el ángulo de posición del disco en -132,9 grados y se determinó que su brillo máximo era de 0,1 MJy/sr.
Los astrónomos observaron que el disco de TWA 20 es uno de los seis discos de escombros de enanas M resueltos que se han visualizado en luz dispersa, y entre ellos se encuentra uno de los dos que no presentan exceso infrarrojo medido. Además, es el tercer disco de enanas M más grande y orbita la tercera estrella anfitriona más débil.
El equipo de Palatnick comparó las propiedades del disco recién descubierto con otros discos alrededor de enanas M. Resultó que tiene un radio y un brillo comparables a los de estos discos.
Al analizar las observaciones del JWST, los astrónomos no encontraron evidencia de un objeto compañero en el sistema. Los datos recopilados probablemente descartan la presencia de un perturbador de masa similar a la de Júpiter a separaciones mayores de 48 UA.
En resumen, los autores del artículo destacaron las capacidades del JWST para la identificación de discos de escombros.
«La detección de este disco ejemplifica la sensibilidad del JWST a los discos de escombros alrededor de estrellas anfitrionas de baja luminosidad, que históricamente han sido difíciles de detectar debido a que son fríos y poco brillantes», concluyen los científicos.
Con información de arXiv
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