Imaginen los vientos catastróficos de un huracán de categoría 5. Ahora, imaginen vientos aún más rápidos, de más de 100 metros por segundo, rodeando el planeta y azotando las nubes por el cielo, sin que se vislumbre un final. Este escenario sería asombroso en la Tierra, pero es algo habitual en Venus, donde la atmósfera a nivel de las nubes gira unas 60 veces más rápido que el propio planeta, un fenómeno conocido como superrotación. En contraste, la atmósfera terrestre a nivel de las nubes gira aproximadamente a la misma velocidad que la superficie del planeta.
Investigaciones previas han explorado los mecanismos que impulsan la superrotación atmosférica en Venus, pero los detalles aún no están claros. Nuevas evidencias de Lai y su equipo sugieren que un ciclo de mareas atmosféricas que se produce una vez al día, impulsado por el calor del sol, contribuye mucho más a los vientos extremos del planeta de lo que se pensaba. El estudio se publica en la revista AGU Advances.
La rápida rotación atmosférica suele ocurrir en planetas rocosos que, como Venus, se encuentran relativamente cerca de sus estrellas y giran muy lentamente. En Venus, una rotación completa dura 243 días terrestres. Mientras tanto, la atmósfera gira alrededor del planeta en tan solo 4 días terrestres.
Para comprender mejor esta superrotación, los investigadores analizaron datos recopilados entre 2006 y 2022 por el satélite Venus Express de la Agencia Espacial Europea y el satélite Akatsuki de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), ambos dedicados al estudio de la atmósfera de Venus mediante la detección de la curvatura de las ondas de radio. El equipo de investigación también simuló la superrotación utilizando un modelo numérico de la atmósfera venusina.

El análisis se centró específicamente en las mareas térmicas, uno de los diversos procesos atmosféricos, junto con la circulación meridional y las ondas planetarias, cuyas interacciones, como se ha demostrado previamente, sustentan la superrotación de Venus mediante el transporte de momento. Las mareas térmicas son patrones de movimiento del aire que se producen cuando la luz solar calienta el aire en el lado diurno de un planeta. Las mareas térmicas venusinas se dividen en dos componentes principales: las mareas diurnas, que siguen un patrón cíclico que se repite una vez al día venusino, y las mareas semidiurnas, que presentan dos ciclos diarios.
Investigaciones anteriores sugerían que las mareas semidiurnas son el principal componente de marea térmica involucrado en la superrotación. Sin embargo, este estudio —que incluye el primer análisis de mareas térmicas en el hemisferio sur de Venus— descubrió que las mareas diurnas desempeñan un papel fundamental en el transporte de momento hacia la cima de las densas nubes de Venus, lo que sugiere que contribuyen significativamente a los rápidos vientos.
Si bien los investigadores señalan que se necesita mayor clarificación sobre la contribución de las mareas diurnas, este trabajo arroja nueva luz sobre los vientos extremos de Venus y podría ser útil para la investigación meteorológica en otros planetas de rotación lenta.
Con información de AGU
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