El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó el jueves que desea enviar astronautas de regreso a la Luna lo antes posible, postergando así las posibles misiones a Marte.
En una orden ejecutiva sobre su política espacial, Trump afirmó que quería llevar a los estadounidenses a la Luna para 2028, en el marco del programa Artemis de la NASA, lanzado durante su primer mandato en la Casa Blanca.
Un alunizaje de este tipo «afirmaría el liderazgo estadounidense en el espacio, sentaría las bases para el desarrollo económico lunar, prepararía el viaje a Marte e inspiraría a la próxima generación de exploradores estadounidenses», afirma la orden.
También indica que la agencia espacial estadounidense, la NASA, espera establecer «los elementos iniciales de un puesto avanzado lunar permanente para 2030» y confirma los planes para desplegar reactores nucleares «en la Luna y en órbita».
Está previsto que los estadounidenses regresen a la superficie lunar a mediados de 2027 en la misión Artemis 3, pero el plazo se ha pospuesto repetidamente.
Y los expertos de la industria afirman que probablemente se retrasará de nuevo porque el módulo de aterrizaje lunar en desarrollo en SpaceX, propiedad de Elon Musk, aún no está listo.
La orden ejecutiva de Trump aumenta la presión tanto sobre la NASA como sobre el sector espacial privado para que alcancen los objetivos de la administración.
Estados Unidos desea eludir a China, que también pretende enviar una tripulación a la Luna para 2030 y establecer una base allí.
Priorizar una misión lunar representa un cambio de política con respecto a lo que Trump había dicho a principios de este año.
Cuando regresó a la Casa Blanca en enero, el republicano dijo que quería colocar la bandera estadounidense en Marte antes del final de su mandato de cuatro años, sin mencionar ningún plan similar para la Luna.
Ese anuncio ha sembrado dudas sobre las prioridades de la administración en el espacio y ha alimentado los temores de que la NASA se salte por completo la Luna.
Pero ahora, aunque Washington lleva tiempo afirmando que quiere ser la primera nación en enviar humanos a Marte, esa realidad parece más lejana.
La disputa de junio entre Trump y Musk, quien es un apasionado de la exploración de Marte, junto con otras preocupaciones geopolíticas urgentes, pueden haber cambiado las ambiciones de Trump.
Con información de Phys.org
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