Esta impresionante imagen muestra la galaxia espiral extrañamente torcida NGC 772, que se encuentra a más de 100 millones de años luz de la Tierra en la constelación de Aries. Capturada por el telescopio Gemini North en Hawái, la mitad del Observatorio internacional Gemini, un programa de NOIRLab de NSF, la imagen muestra el brazo espiral superdesarrollado de NGC 772, que se extiende hacia el borde izquierdo del marco. Este brazo extra grande se debe a uno de los vecinos rebeldes de NGC 772, la galaxia elíptica enana NGC 770. Las interacciones de marea entre NGC 772 y su diminuta compañera han distorsionado y estirado uno de los brazos de la galaxia espiral, dándole la apariencia torcida que se ve en esta imagen.
NGC 772 también carece de una barra central brillante. Otras galaxias espirales, como la galaxia de Andrómeda o nuestra propia Vía Láctea, exhiben barras centrales prominentes: grandes estructuras lineales compuestas de gas, polvo e innumerables estrellas. Sin barra, los brazos espirales de NGC 772 se extienden directamente desde el brillante centro de la galaxia.
La apariencia inusual de la galaxia le ha valido la distinción de aparecer en el “Atlas de galaxias peculiares”, una cuidadosa selección del astrónomo Halton Arp de algunas de las extrañas y maravillosas galaxias que pueblan el universo. Las 338 galaxias en el atlas son una galería de pícaros de formas de galaxias extrañas e inusuales elegidas para proporcionar a los astrónomos un catálogo de estructuras de galaxias extrañas. Las entradas en el “Atlas de galaxias peculiares” incluyen galaxias con colas de marea, anillos, chorros, segmentos separados y una serie de otras idiosincrasias estructurales. NGC 772 se incluye como Arp 78.
Si bien las peculiaridades de NGC 772 dominan esta imagen, también hay una colección de galaxias que acechan en el fondo. Las manchas y manchas brillantes que ensucian esta imagen son galaxias distantes; algunos de los ejemplos más cercanos se pueden resolver en formas espirales características. Cada dirección en el cielo hacia la que los astrónomos han apuntado los telescopios contiene una rica alfombra de galaxias, con un estimado de 2 billones de galaxias en total en nuestro universo observable.