La nave espacial ESA/NASA Solar Orbiter se dirige a toda velocidad hacia su histórico primer paso cercano al Sol, que tendrá lugar el mediodía del 26 de marzo de 2022.
En los días previos al ‘Paso del Perihelio’ y en torno a él, los equipos de la ESA han estado trabajando intensamente en una campaña de observación, y los diez instrumentos funcionarán simultáneamente para recopilar la mayor cantidad de datos posible.
Este esfuerzo incluirá el uso de sus instrumentos de detección remota, como Extreme Ultraviolet Imager para obtener imágenes del Sol, así como instrumentos in situ para medir el viento solar a medida que pasa por la nave espacial.
La observación de objetivos específicos de interés científico en el Sol requiere una estrecha coordinación entre los equipos de control de vuelo y los expertos en dinámica de vuelo del centro de control de misión ESOC de la ESA, en Alemania, y los equipos del centro de operaciones científicas de ESAC, en España.
Los equipos de la ESA están utilizando los telescopios de disco completo a bordo de Solar Orbiter para identificar la actividad dinámica, como las manchas solares en movimiento, en la superficie, y luego usarán estas ubicaciones específicas para calcular la orientación precisa del generador de imágenes de ángulo estrecho para una observación detallada posterior.
Dado que los instrumentos están fijados al cuerpo de la nave espacial, toda la nave espacial debe apuntarse con alta precisión para apuntar a manchas solares específicas.
Este ciclo de uso de imágenes de gran angular para seleccionar objetivos específicos de ángulo estrecho, y luego devolver la orientación necesaria a las instrucciones de control de vuelo, se lleva a cabo diariamente, y cada iteración demora tres días desde la imagen inicial hasta el enlace ascendente de nuevas instrucciones de orientación.
Si bien esta estrecha coordinación ocurre a lo largo de la misión, el ciclo se acelera mucho durante el paso del perihelio para garantizar el mejor valor científico posible desde “cerca” del Sol.