Un equipo internacional de científicos espaciales ha observado una “corriente fría” de gas molecular fuera de una galaxia, lo que confirma las teorías de formación de estrellas dentro de las galaxias. En su estudio, publicado en la revista Science, el grupo utilizó el conjunto de radiotelescopios de Atacama Large Millimeter Array (ALMA) para centrarse en la corriente y aprender más sobre su naturaleza. Caitlin Casey, astrónoma de la Universidad de Texas, ha publicado un artículo de Perspective sobre el trabajo realizado por el equipo en el mismo número de la revista.
Durante muchos años, los científicos espaciales han sugerido que corrientes frías de gases se forman en el espacio y, a veces, caen en las galaxias, donde alimentan la formación de estrellas. Pero demostrar que tales teorías son ciertas ha sido difícil debido a la naturaleza fría de tales flujos: tienen una resolución muy baja. Además, su gran tamaño dificulta el acercamiento para verlos. Aún así, a pesar de estos obstáculos, el equipo de este nuevo esfuerzo encontró evidencia de una corriente de este tipo alimentando una galaxia llamada 4C 41.17.

Para encontrar la corriente, el equipo de investigación tuvo que juntar la matriz de satélites de radio en ALMA lo más cerca posible. Esto permitió ver las estrellas en la corriente sin dejar de observar la corriente como un todo. Pudieron medir su longitud en medio millón de años luz. Los investigadores creen que la corriente está compuesta principalmente de carbono, aunque no pudieron confirmar su composición ni su fuente. Lo que pudieron ver fue que la corriente estaba cayendo en la galaxia, tal como lo habían predicho las teorías.
Los investigadores planean continuar el estudio de la corriente regresando a ALMA, y también quizás mediante el uso del Very Large Array en Nuevo México, con la esperanza de encontrar monóxido de carbono en la corriente, que también ha sido teorizado. También esperan encontrar más características de la corriente que puedan ayudar a encontrar otras de su tipo. Y planean estudiar la física involucrada en la acumulación que conduce a la creación de estrellas dentro de las galaxias.