Un equipo de científicos espaciales de varias instituciones en los Países Bajos, dos en los EE. UU. y uno en Suecia, ha encontrado evidencia de múltiples ráfagas de radio rápidas (FRB) de microsegundos de longitud al analizar datos del Telescopio Green Bank, en Virginia Occidental. El grupo ha publicado su estudio en el servidor de preimpresión arXiv.
La investigación previa ha llevado al descubrimiento de los FRB, que son ráfagas de ondas de radio que provienen del exterior de la galaxia de la Vía Láctea. Aunque todavía se desconoce su origen, se han propuesto varias teorías: los dos principales candidatos son las emisiones de una magnetar en llamas o del chorro de un agujero negro en acreción. Se ha descubierto que la mayoría de los FRB duran del orden de unos pocos milisegundos.

Pero el año pasado, el astrónomo Kenzie Nimmo encontró evidencia de estallidos mucho más cortos, un descubrimiento que llevó a muchos en la comunidad a preguntarse si podría haber estallidos aún más cortos. Para averiguarlo, el equipo recurrió a los datos del Telescopio Green Bank, una instalación con el disco orientable más grande del mundo.
Los datos del telescopio se han estudiado antes, pero esta vez, los investigadores buscaron evidencia de FRB mucho más cortos. Con ese fin, se centraron en las observaciones del FRB 20121102A repetido. Creían que podría ser posible que al menos algunos FRB nos llegaran como ráfagas muy cortas de ondas de radio porque habían experimentado interferencias en su viaje por el espacio. Tal interferencia posiblemente podría dividir un solo estallido largo en una serie de estallidos cortos. Dentro de estos parámetros, el equipo encontró 19 FRB extremadamente cortos, todos entre 5 y 15 microsegundos.
Al estudiar las ráfagas, el equipo descubrió que, aparte de la duración, los FRB eran de naturaleza casi idéntica a los FRB más largos. Sugieren que este hallazgo agrega más credibilidad a las principales teorías, en lugar de aquellas que proponen que las ráfagas de microsegundos se producen debido a algún tipo de choque. También sugieren que sus hallazgos probablemente ofrezcan más información nueva sobre el entorno del que surgen los FRB, en lugar de su fuente. El equipo también sugiere que es probable que haya muchos más FRB que se dirijan al planeta Tierra de lo que se sospecha.
Con información de arXiv