Robert Zubrin, literalmente, escribió el libro sobre por qué la humanidad debería ir a Marte. Entonces, ¿por qué el renombrado ingeniero aeroespacial se ha distanciado de Elon Musk, el multimillonario empresario que lidera la iniciativa?
En una entrevista, el fundador de 73 años de la Mars Society lanzó una crítica mordaz, acusando a la persona más rica del mundo de socavar la misión mediante políticas divisivas y una visión sombría del Planeta Rojo como una vía de escape de la Tierra en lugar de un viaje de esperanza.
«En cierto modo, es absolutamente fundamental para abrir esta oportunidad de llevar humanos a Marte, tanto a través del desarrollo de Starship como de la inspiración que ha generado», declaró Zubrin a la AFP, refiriéndose al prototipo de cohete de Musk.
«Pero para que tenga éxito, tiene que ir más allá; esta iniciativa no puede verse como un objeto de culto de Musk ni de Trump; debe verse, como mínimo, como un programa de Estados Unidos, o preferiblemente, del Mundo Libre».
El libro de Zubrin de 1996, «The Case for Mars», actualizado en numerosas ocasiones desde entonces, presentó un plan práctico para llegar y colonizar el Planeta Rojo utilizando las tecnologías existentes y los recursos locales, con el objetivo final de transformar la atmósfera para la habitabilidad humana a largo plazo.
Defensor convertido en crítico
El libro recibió elogios del propio Musk, quien posó con Zubrin en las instalaciones Starship de SpaceX en Texas y lo calificó como «una lectura digna».
Pero hoy, Zubrin —coautor del plan Mars Direct en 1990, que ha publicado cientos de artículos e inventado varios conceptos avanzados de propulsión— ve señales preocupantes.
Si bien describió a Musk como una persona «tremendamente talentosa y enérgica», dijo que su éxito ha generado «arrogancia y soberbia», comparándolo con Napoleón mientras golpeaba el puño para enfatizar sus palabras.
Criticó especialmente la adhesión de Musk a Donald Trump durante las elecciones de 2024 y su papel como el drástico reductor de gastos de la administración.
«Esta combinación de Trump y Musk no va a durar para siempre», advirtió Zubrin en una entrevista realizada antes del estallido de la relación entre ambos el jueves en una espectacular disputa pública.
«Y si este programa se identifica como su acuerdo, será desmantelado en cuanto las fuerzas opositoras tengan el poder suficiente».
Durante su enfrentamiento del jueves, Trump calificó a Musk de «loco» y amenazó con rescindir sus contratos gubernamentales valorados en miles de millones de dólares.
Zubrin también condenó los esfuerzos de Trump por recortar el presupuesto de ciencia espacial de la NASA, una medida que considera fundamentalmente contraria al espíritu exploratorio de la misión a Marte.
La misión de Retorno de Muestras de Marte, cuyo objetivo es recuperar especímenes recolectados por el rover Perseverance, se encuentra entre los proyectos científicos más importantes en la lista de recortes.
Aunque la misión, desarrollada con la Agencia Espacial Europea, ha sufrido retrasos y sobrecostos, Zubrin afirmó que eliminarla por completo en lugar de reformarla sería un error.
«Esto amenaza con marcar este programa con la marca de Caín del pecado original: que este programa nació con la sangre del asesinato de la ciencia espacial».
Puesto de avanzada creativo
Donde Zubrin aún ve potencial es en Starship, el enorme prototipo de cohete de Musk destinado a hacer que la vida sea multiplanetaria, aunque las repetidas explosiones de prueba de la nave demuestran que aún queda mucho camino por recorrer.
Difiere de Musk sobre cómo debería usarse. Starship es demasiado grande para servir como vehículo de ascenso a Marte, afirmó Zubrin.
El experto en Marte ha propuesto una nave a la que llama Starboat, un módulo de aterrizaje compacto que podría desplazarse entre las superficies planetarias y la órbita, utilizando una fracción del combustible y la energía de la superficie.
Pero sus críticas más agudas son filosóficas
Rechaza la descripción que Musk hace de Marte como un refugio de una Tierra moribunda, una visión que evoca las obras del escritor de ciencia ficción Isaac Asimov.
«No vamos a Marte por desesperación», dijo Zubrin. «Vamos a Marte por esperanza… para establecer nuevas ramas de la civilización humana que sumarán su capacidad creativa a la de la humanidad en su conjunto».
Él ve a Marte no como un refugio, sino como una renovación, donde una campaña que comience con misiones robóticas a finales de la década de 2020 y culmine con aterrizajes humanos para 2033 podría inspirar apoyo bipartidista, demostrar el ingenio estadounidense y restaurar el propósito nacional.
«Si implementamos el tipo de programa que propuse… una vez más, como lo hicimos en el Apolo, asombraremos al mundo con lo que las personas libres pueden lograr», dijo. «Dejaremos claro que la libertad, no el autoritarismo, es el futuro de la raza humana».
Con información de Phys.org
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