Un equipo internacional de astrónomos ha empleado el satélite de estudio de exoplanetas en tránsito (TESS) de la NASA para observar la erupción de Nova Vulpeculae 2021. Los resultados de la campaña de observación, publicados el 8 de noviembre en el servidor de preimpresión arXiv, proporcionan información importante sobre la naturaleza peculiar de esta nova clásica, revelando su complejo comportamiento de variabilidad.
Una nova clásica es una estrella que experimenta un aumento repentino de brillo y luego regresa lentamente a su estado original, un proceso que podría durar muchos meses. Tal explosión es el resultado del proceso de acreción en un sistema binario cerrado que contiene una enana blanca (WD) y su compañera.
Las novas clásicas típicas exhiben un rápido aumento del brillo óptico hasta su pico, seguido de una lenta disminución. Sin embargo, algunas novas muestran un comportamiento más complejo que el patrón estándar de “ascenso rápido-descenso suave”.

Nova Vulpeculae 2021 (o V606 Vul para abreviar) es una de esas erupciones que se desvía del modelo tradicional. V606 Vul se detectó el 16 de julio de 2021, nueve días antes del inicio de las observaciones TESS. Un grupo de astrónomos liderados por Kirill Sokolovsky de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign decidió investigar V606 Vul con TESS, con la esperanza de arrojar más luz sobre esta nova.
“Utilizamos la fotometría TESS de la erupción V606 Vul para caracterizar la variabilidad de una nova con exquisito detalle”, escribieron los investigadores en el artículo.
Las observaciones de TESS cubrieron el primero de los dos picos principales después de la erupción de V606 Vul. Esta curva de luz mostró que la nova había alcanzado su magnitud visual más brillante durante su segundo pico, que tuvo lugar 64 días después de la erupción.
Al analizar la curva de luz, el equipo encontró variaciones periódicas, con un período de aproximadamente 3,06 horas y una amplitud promedio de pico a pico de 0,01 mag, que están presentes excepto cuando la nova estaba dentro de 1 mag del brillo óptico máximo. También identificaron mini llamaradas, con amplitudes de pico a pico de hasta 0,5 mag. Aparecen en momentos aparentemente aleatorios en una serie de uno o más y están separados por tiempos de reposo de variaciones periódicas no perturbadas.
Las observaciones muestran que las variaciones periódicas desaparecieron cuando V606 Vul alcanzó su brillo óptico máximo. Los astrónomos suponen que estas variaciones se deben a la asimetría azimutal de la fotosfera que rodea el sistema binario subyacente. Sin embargo, no excluyen otras explicaciones, como una asimetría azimutal en la temperatura de la fotosfera.
Resumiendo los resultados, los autores del artículo señalaron que su estudio marca el primer uso de la fotometría TESS en la investigación de erupciones de novas. También subrayaron lo útil que podría ser TESS para explorar el comportamiento de las novas galácticas.
“En primer lugar, gracias a su alta precisión fotométrica podemos caracterizar las variaciones de brillo en una nova con amplitudes tan bajas que no pueden detectarse desde la Tierra. En segundo lugar, la capacidad de la plataforma espacial para realizar observaciones prácticamente ininterrumpidas durante un mes permite para sondear la variabilidad en una escala de tiempo de 12 a 24 h a la que es difícil acceder con observaciones terrestres interrumpidas por el ciclo diurno”, concluyeron.
Con información de arXiv