El veterano Orbitador de Reconocimiento de Marte de la NASA capturó una imagen impresionante de un campo de dunas marcianas que revela detalles intrincados que podrían ayudar a los científicos a aprender más sobre los patrones climáticos en el pasado del Planeta Rojo.
La imagen, que está en color falso, captura un área dentro del cráter Gamboa, una gran cuenca de impacto cerca de Chryse Planitia al norte del ecuador de Marte. El color azul es el resultado del procesamiento de imágenes diseñado para acentuar las características complejas del campo de dunas, incluidas las pequeñas ondas que bordean la parte superior de las dunas más grandes.
Las dunas más pequeñas capturadas en la imagen están separadas solo varios pies cuando se miden de cresta a cresta, escribieron los funcionarios de la NASA en un comunicado (se abre en una pestaña nueva). Estas pequeñas ondas se agrupan en olas de arena más grandes, separadas unos 30 pies (9 metros), que se irradian hacia afuera desde las dunas.
Las características más grandes y brillantes más o menos paralelas en la imagen son las llamadas «Cordones Eolias Transversales» o TAR, que están cubiertas con arena muy gruesa, según el comunicado.
«Las mega ondulaciones aparecen de color verde azulado en un lado de un recorte de color mejorado, mientras que el TAR aparece en un azul más brillante en el otro», escribieron los funcionarios de la NASA. «Esto podría deberse a que las TAR se están moviendo activamente bajo la fuerza del viento, eliminando el polvo más oscuro y haciéndolos más brillantes».
Al estudiar imágenes como esta, los científicos pueden aprender sobre la dirección del viento que creó esas dunas en el pasado lejano. La diversidad de rasgos revela las relaciones y diferencias entre ellos. Las imágenes podrían ayudar a los científicos a inferir las propiedades del material del que están hechas estas estructuras, contando la historia de su formación.
El Orbitador de Reconocimiento de Marte, que tomó la imagen a principios de este año, ha estado monitoreando Marte por más de 16 años. La sonda, que fue diseñada para buscar evidencia de agua en el pasado en la ahora árida superficie marciana, demostró que el planeta pudo haber sido habitable alguna vez. El orbitador también sirve como retransmisión de datos para los rovers marcianos Curiosity y Perseverance de la NASA, y ayuda a los equipos de misión a seleccionar sitios de aterrizaje para nuevas misiones.
Con información de Space.com