Hay varias teorías sobre cómo se formaron la Tierra y su luna, la mayoría involucrando un impacto gigante. Ahora, científicos de la Universidad de Leeds y la Universidad de Chicago han analizado la dinámica de los fluidos y los fluidos conductores de electricidad y han concluido que la Tierra debe haber sido magnetizada antes del impacto o como resultado de este.
Afirman que esto podría ayudar a reducir las teorías de la formación de la Tierra y la Luna e informar futuras investigaciones sobre lo que realmente sucedió. Su trabajo se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences.
El profesor David Hughes, matemático aplicado de la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Leeds, dijo: “Nuestra nueva idea es señalar que nuestra comprensión teórica del campo magnético de la Tierra hoy en día puede decirnos algo sobre la formación misma de la Tierra. -sistema lunar. A primera vista, esto parece algo sorprendente, y las teorías anteriores no habían reconocido esta conexión potencialmente importante”.
Esta nueva evaluación se basa en la resiliencia del campo magnético de la Tierra, que se mantiene gracias a un fluido giratorio y conductor de electricidad en el núcleo exterior, conocido como geodinamo.
El profesor Fausto Cattaneo, astrofísico de la Universidad de Chicago, dijo: “Una propiedad peculiar de la dínamo de la Tierra es que puede mantener un fuerte campo magnético pero no amplificar uno débil”.
Por lo tanto, los científicos concluyeron que si el campo de la Tierra se apagara, o incluso se redujera a un nivel muy pequeño, no tendría la capacidad de activarse nuevamente.
“Es esta característica notable la que nos permite hacer deducciones sobre la historia de la Tierra primitiva, incluyendo, posiblemente, cómo se formó la luna”, agregó el profesor Cattaneo.
El profesor Hughes agregó: “Y si eso es cierto, entonces hay que pensar, ¿de dónde vino el campo magnético de la Tierra en primer lugar? Nuestra hipótesis es que llegó a este estado peculiar desde el principio, ya sea antes del impacto o como resultado inmediato del impacto. De cualquier manera, cualquier modelo realista de la formación del sistema Tierra-Luna debe incluir la evolución del campo magnético”.
Con información de Universidad de Leeds