En ausencia de observaciones directas de vida extraterrestre, los científicos a menudo se enfocan en la búsqueda de firmas biológicas, subproductos químicos de la vida, que pueden detectarse con sensores remotos. Aunque Marte ha recibido la mayor atención a este respecto, también se han investigado otros mundos del sistema solar con atmósferas.
En 2021, los astrónomos planetarios informaron de la detección de gas fosfina en la atmósfera de Venus mediante observaciones de radio desde tierra. Inicialmente, se informó que la concentración del gas era de 20 partes por mil millones, pero luego se revisó a siete o menos partes por mil millones sobre la base de una mejor calibración y análisis de los datos. En la Tierra, la fosfina se puede asociar con procesos biológicos, y los investigadores están estudiando si el gas puede usarse como un signo de vida en otros planetas.

La supuesta detección de fosfina se ha recibido con escepticismo debido a las dificultades con la calibración de datos y el análisis de los datos de observación basados en tierra. Los intentos de seguimiento para detectar fosfina en la atmósfera de Venus utilizando otros telescopios terrestres y espaciales tampoco han producido una detección definitiva. Cordiner et al. han contribuido con otro conjunto de mediciones desde una plataforma de observación única: el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA).
El avión SOFIA vuela a una altura de 13 kilómetros, que está por encima de la mayor parte de la atmósfera terrestre, lo que reduce en gran medida la contaminación de la señal de fosfina de fuentes terrestres. Los investigadores utilizaron el instrumento German Receiver for Astronomy at Terahertz Frequencies (GREAT) de SOFIA, que tiene una resolución espectral muy alta, para recopilar datos espectroscópicos del infrarrojo lejano de 75 a 110 kilómetros sobre la superficie de Venus, que está muy cerca del rango de altitud medido por el estudio anterior.

Los datos recopilados por GREAT durante tres vuelos de observación no revelaron evidencia clara de fosfina, informan los investigadores. Si alguna fosfina está presente en la atmósfera de Venus, y suponiendo que la abundancia sea constante en el tiempo, las nuevas observaciones indican un límite superior en su concentración de 0,8 partes por billón. Este nivel es el límite superior más estricto presentado hasta la fecha para todo el hemisferio de Venus que mira hacia la Tierra.
Muchas complejidades de la densa atmósfera de Venus siguen siendo desconcertantes para los científicos planetarios. El próximo gran avance puede llegar cuando la sonda DAVINCI de la NASA (Investigación de gases nobles, química e imágenes de Venus en la atmósfera profunda) se sumerja en la superficie del planeta, lo que está programado para principios de la década de 2030.
El trabajo se publica en la revista Geophysical Research Letters.