Al observar el cuasicristal en un microscopio electrónico, los investigadores encontraron fragmentos de vidrio de dióxido de silicio en su composición, por lo que deducen que las temperaturas dentro de la duna de arena que recibió la descarga eléctrica debían haber alcanzado al menos unos 1.710 grados centígrados.

Nunca antes visto
Luca Bindi, científico principal del estudio y profesor titular de Mineralogía en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Florencia, explica que “Los cuasicristales son materiales en los que los átomos están dispuestos como en un mosaico, en patrones regulares pero que nunca se repiten de la misma manera, a diferencia de lo que sucede en los cristales ordinarios”, y asegura que este hallazgo es realmente importante dado que el cuasicristal tenía una composición nunca antes vista.
Con información de LaVanguardia.com