Los espectros infrarrojos de los granos anhidros del asteroide carbonáceo Ryugu indican una conexión entre uno de los depósitos a partir del cual se originó el cuerpo principal de Ryugu y los depósitos que formaron cometas y asteroides primitivos en el disco protoplanetario exterior.
Ryugu es un asteroide carbonoso de segunda generación formado por el reensamblaje de fragmentos de un cuerpo más grande anterior en el cinturón principal de asteroides. A finales de 2020, la misión japonesa Hayabusa2 devolvió a la Tierra 5,4 g de materiales recogidos en Ryugu. La mayoría de las muestras consisten en minerales hidratados que se formaron en el asteroide padre de Ryugu por la alteración acuosa de los granos anhidros primordiales. Estos granos revelan la composición del polvo protoplanetario a partir del cual se formó el asteroide padre de Ryugu.

Un nuevo estudio dirigido por IAS (Orsay, Francia), la Universidad de Tohoku (Japón) y la línea de luz SMIS del sincrotrón SOLEIL (Francia) utilizó imágenes hiperespectrales infrarrojas de “piedras” de Ryugu de dos milímetros de tamaño para recuperar su composición mineral y comparar Ryugu con otros materiales extraterrestres en el laboratorio (meteoritos y polvo interplanetario) y en el espacio (asteroides y cometas). El estudio se publica en The Astrophysical Journal Letters.
El análisis infrarrojo de los granos anhidros de Ryugu muestra que algunos de ellos son ricos en silicatos amorfos, con una composición mineral similar a la de algunos asteroides primitivos anhidros, cometas y partículas de polvo interplanetario de origen cometario. Estos granos ricos en amorfos se formaron por procesos de preacreción en el disco protoplanetario del que se originó el sistema solar.

El asteroide padre de Ryugu sería un gran planetesimal que se formó en el sistema solar exterior a partir de un depósito cercano a la región de acreción de los cometas. Las migraciones planetarias luego habrían transferido el asteroide padre de Ryugu al cinturón principal de asteroides. La alteración acuosa habría determinado entonces la diversidad espectral de las clases de asteroides “primitivos” que observamos hoy.
Con información de The Astrophysical Journal Letters