Los estudios del cielo a gran escala están destinados a revolucionar la astronomía. Observatorios como Vera Rubin y otros permitirán a los astrónomos observar cómo cambia el cielo en la escala de días, no de semanas o meses. Podrán capturar eventos transitorios como supernovas en sus primeras etapas y descubrirán asteroides cercanos a la Tierra que hemos pasado por alto en el pasado. Al mismo tiempo, el aumento de constelaciones de satélites como Starlink amenaza con abrumar estos estudios con contaminación lumínica y podría amenazar su capacidad de tener éxito.
Para cuantificar cuál podría ser el impacto de las constelaciones de satélites, un equipo examinó recientemente las observaciones de la Instalación Transitoria de Zwicky (ZTF). Este estudio se centra en transitorios de corta duración, como llamaradas estelares de enanas rojas y eventos de microlente. Observaron eventos que solo ocurrieron en un solo cuadro de un área particular del cielo recopilados por ZFT durante tres años, y los clasificaron en eventos satelitales y eventos astrofísicos candidatos.

Estudios anteriores han analizado el impacto de las constelaciones de satélites, pero se centraron principalmente en su brillo general. Cuando surgen debates sobre el impacto astronómico de estas constelaciones, un argumento común es que se pueden filtrar. Dado que los satélites se desplazan por el cielo, sus huellas pueden identificarse como artificiales y eliminarse fácilmente.
Pero este estudio, publicado en el servidor de preimpresión arXiv, se centró en los destellos de los satélites. Dado que los satélites cambian de orientación a medida que orbitan, las superficies planas de los satélites pueden reflejar la luz solar hacia la Tierra, creando un breve destello o destello. Dada la escala temporal de estos destellos, no dejan rastros. En cambio, parecen transitorios de corta duración, lo que hace que sea más difícil filtrarlos de los datos. El equipo quería ver qué tan mala podría ser la situación a medida que se pusieran en marcha nuevos estudios del cielo.
Descubrieron que el impacto ya es bastante significativo. Basándose en los datos de ZTF, estimaron que la mayoría de los destellos sólo duran del orden de decenas a cientos de milisegundos, y en el cielo hay actualmente alrededor de 80.000 destellos de satélite por hora. Es una enorme cantidad de contaminación lumínica y afectará los estudios transitorios del Observatorio Vera Rubin y otros. Con los planes de Starlink de lanzar aún más satélites y los planes de otras constelaciones a gran escala, los destellos podrían hacer inviables ciertos proyectos de estudio del cielo.
Las constelaciones de satélites como Starlink tienen muchos beneficios. El objetivo de llevar Internet y la comunicación de datos a las zonas más remotas del mundo es noble. Pero tiene un costo, tanto financiero como en lo que nos roba nuestra visión de los cielos. Hay que tomar decisiones entre conectar a todos al instante y la herencia de nuestros cielos oscuros.
Con información de arXiv