Los astrónomos han desarrollado un nuevo modelo para simular la formación de un cúmulo de estrellas bebés. La comparación con el conocido caso real de la Nebulosa de Orión muestra que su burbuja descentrada de gas ionizado fue causada por una estrella masiva que fue expulsada del cúmulo recién nacido pero que ahora vuelve a caer.
Los grupos de estrellas a menudo se forman juntas en nubes de gas de hidrógeno frío. Las estrellas más brillantes y masivas ionizan el gas circundante, haciéndolo demasiado caliente para formar nuevas estrellas. De esta manera, las estrellas masivas actúan como retroalimentación, cerrando la formación de nuevas estrellas. El papel de estas estrellas masivas es importante para comprender el proceso general de formación estelar.
Pero en muchos casos, como la Nebulosa de Orión, la burbuja ionizada no está centrada en las estrellas más masivas del cúmulo. Para formar tales burbujas descentradas, la luz ionizante de las estrellas masivas del cúmulo debe superar el gas molecular denso en el centro del cúmulo y alcanzar las afueras del cúmulo. Una posibilidad es que las estrellas masivas dispersas puedan perforar un agujero en el gas molecular denso en la región central para ayudar a que comiencen las burbujas ionizadas descentradas.
Un equipo de investigadores dirigido por Michiko Fujii en la Universidad de Tokio pasó dos años desarrollando un código de simulación que puede reproducir con precisión los movimientos de estrellas individuales. Luego simularon un caso similar a la Nebulosa de Orión usando ATERUI II operado por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ), la supercomputadora más poderosa del mundo dedicada a simulaciones astronómicas.
Fujii comenta sobre el potencial futuro de esta investigación: “Esta simulación no es el límite de nuestro código de simulación. Si usamos una mayor cantidad de CPU, puede tratar cúmulos estelares aún más masivos. A continuación, queremos llevar a cabo la primera exploración estelar”. -star simulación de formación de cúmulos estelares de cúmulos globulares, que son 100 veces más masivos que el cúmulo estelar que simulamos en este estudio”.
Estos resultados aparecen en la revista mensual de la Royal Astronomical Society en la edición del 8 de junio de 2022