El 25 de junio de 2023, una tripulación de cuatro voluntarios entró en un hábitat marciano simulado, del que no saldrán hasta dentro de un año. Su misión: aprender más sobre la logística y la psicología humana de vivir a largo plazo en otro planeta, sin tener que abandonar el suelo.
La misión se llama CHAPEA (Crew Health and Performance Exploration Analog) y es la primera de tres simulaciones planificadas entre ahora y 2026, cada una de las cuales enseñará a los científicos progresivamente más sobre lo que se necesita para que un vuelo espacial tripulado de larga duración tenga éxito.
CHAPEA tiene su sede en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, Texas. El hábitat, llamado Mars Dune Alpha, es un espacio vital impreso en 3D de 1,700 pies cuadrados, en el que la tripulación vivirá, trabajará, hará ejercicio, dormirá y realizará experimentos.
A través de la magia de la realidad virtual, la misión también incluirá actividades extra vehiculares (EVA), en las que los miembros de la tripulación abandonarán brevemente su hábitat para ingresar a un recinto adyacente con arena roja. Tendrán que ponerse trajes espaciales para estos paseos espaciales simulados.
La tripulación de cuatro miembros tiene un currículum colectivo estelar, que incluye a Kelly Haston (bióloga), Ross Brockwell (ingeniero estructural), Nathan Jones (médico) y Anca Selariu (microbióloga de la Marina). Tuvieron que pasar las mismas pruebas que los candidatos a astronautas antes de ser aprobados para una misión.
«El conocimiento que obtengamos aquí nos permitirá enviar humanos a Marte y llevarlos a casa de manera segura», dijo Grace Douglas, investigadora principal de CHAPEA, justo antes de que los voluntarios ingresaran a su hábitat.
Hay más en la misión que solo espacios reducidos. La tripulación solo podrá comunicarse con el mundo exterior con un retraso de tiempo. En Marte, los mensajes pueden tardar hasta 22 minutos en llegar a la Tierra, y esa restricción se aplica a CHAPEA (eso es 44 minutos de ida y vuelta). La tripulación también seguirá una dieta de alimentos liofilizados, similar a la que tendrán los astronautas marcianos. para comer, y mantener un horario de actividades similar a una misión real.
«Están a punto de embarcarse en una misión análoga que abarca operaciones, logística e investigación sobre la vida y el trabajo en Marte. La importancia de este estudio no se puede subestimar», dice Judith Hayes, directora científica de la Dirección de Rendimiento y Salud Humana. «Los científicos de la NASA obtendrán información crítica sobre los aspectos físicos y de comportamiento de una misión en Marte».
Incluso el hábitat en sí está diseñado teniendo en cuenta las misiones espaciales. Llevar todo lo que necesita a Marte desde la Tierra tiene un costo prohibitivo, por lo que su hábitat se imprimió en 3D para probar tecnologías de utilización de recursos in situ. El hábitat incluye características como esclusas de aire, escotillas y una estación médica. Si bien la tripulación puede partir para emergencias médicas, esperan poder lidiar con problemas de salud menores de forma independiente.
Por supuesto, CHAPEA no puede simular todo. La tripulación no tendrá que lidiar con la gravedad marciana, por ejemplo. Pero habrá desafíos «sorpresa», como fallas en los equipos o escasez de agua.
En última instancia, la idea de CHAPEA es aprender qué desafíos de comportamiento humano podrían surgir en una misión extendida. Al practicar aquí en la Tierra, la NASA puede estar más preparada para que los futuros astronautas con destino a Marte lo hagan de verdad.
La tripulación de CHAPEA1 saldrá de su aislamiento en julio de 2024.
Con información de Phys.org
