La Agencia Espacial Europea anunció el jueves que utilizará los cohetes Falcon 9 de SpaceX para lanzar dos misiones científicas debido a los retrasos en su propio cohete Ariane 6 y la cancelación de vuelos en los lanzadores rusos Soyuz.
Se había planeado lanzar el telescopio espacial Euclid de la ESA el próximo año en un cohete Soyuz, pero en febrero Rusia se retiró en respuesta a las sanciones europeas por la guerra de Moscú en Ucrania.
Euclid, cuyo objetivo es comprender mejor los misterios de la energía oscura y la materia oscura, ahora viajará al espacio en el cohete Falcon 9 de la compañía estadounidense SpaceX del multimillonario Elon Musk.
La misión Hera de la ESA, que investigará el asteroide Didymos que la NASA desvió con éxito de su curso en septiembre al estrellar contra él la nave espacial DART, se lanzará en un Falcon 9 a fines de 2024, dijo el director general de la ESA, Josef Aschbacher.
El uso de otros lanzadores fue “una medida temporal” para la ESA debido al “abandono de Soyuz en particular”, pero también por el retraso del Ariane 6, dijo Aschbacher en una conferencia de prensa el jueves.
El anuncio se produjo un día después de que la ESA revelara que el vuelo inaugural de Ariane 6 se había retrasado nuevamente y ahora se lanzará en el último trimestre del próximo año.
Originalmente planeado para 2020, el vuelo inaugural del Ariane 6 se retrasó previamente por la pandemia de Covid-19 y por dificultades de desarrollo.
El nuevo sistema de lanzamiento reemplazará al exitoso Ariane 5, que ya no se fabrica.
Se espera que Ariane 6 eventualmente se haga cargo de las misiones Soyuz, y una vez que esté en funcionamiento, es probable que compita con Falcon 9 de SpaceX, particularmente cuando se trata de enviar pequeños satélites al cielo.
Se espera que unos 18.500 satélites que pesen menos de 500 kilogramos sean lanzados al espacio durante la próxima década, según la consultora Euroconsult.
En los últimos días, se montó con éxito un modelo de prueba de Ariane 6 en la plataforma de lanzamiento del puerto espacial europeo en Kourou, en la Guayana Francesa.
Si bien el modelo no volará, permite probar el motor, la comunicación, el software y otros aspectos del tan esperado lanzamiento.
Con información de Phys.org
